viernes, 8 de junio de 2012

No pain, no gain

¿Por qué nos atamos a una única persona? O mejor dicho, ¿por qué me ato a una única persona? Esa es la pregunta que llevo haciéndome varios meses, he dejado a mucha gente de lado, a muchos amigos, personas queridas, y todo por estar con ella. Y, ¿qué he conseguido? Aun nada. Días que estamos perfectas y otros como una mierda. Sé que no puede ser todo perfecto, que para conseguir algo hay que sufrir. Tengo mucha ilusión en esto, en lo que pueda pasar. Y es que cada vez que estoy a su lado me tiemblan las manos, tengo un cosquilleo en la barriga, un nudo en la garganta y una sonrisa de idiota. Serán los síntomas de esta enfermedad. Si esos son los síntomas no quiero curarme nunca.
No tengo prisa por oír un sí, pero me muero de ganas de estar a su lado. Le quiero.

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