Cada día que pasaba se sentía más atado a ti, a tu forma de ser, a tus miradas, a tu forma de hablar, a tu sonrisa. Cada día que pasaba te echaba más de menos, por cada minuto que no estaba contigo derramaba una lágrima. Te echaba de menos aun sabiendo que todos los días te vería. Cada día que pasaba te quería un poquito más, con tus virtudes y tus millones de defectos te veía como el ser más perfecto que podía existir sobre el planeta Tierra y sobre todo el Universo. Cada día que pasaba se hacía más y más daño al saber que te podía tener cerca pero no te podía tocar, no podía tocar tu piel, tu pelo, tus labios, tu sonrisa...
Dejaron de pasar los días, su corazón dejó de latir por culpa del sufrimiento que había pasado al amarte en silencio durante tanto tiempo, eso sí, en sus lágrimas se podía leer algo...
Enamorarse, ¿hay algo más bonito? Respirar sin aire, volar sin alas, pero vivir contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario